Tras un año difícil, es tiempo de pensar en nosotros mismo y aprender a relajarnos. ¿Qué tal si nos vamos a un spa? Un spa, es un lugar donde se ofrecen tratamientos y terapias relajantes relacionadas con el agua. Estos tratamientos tienen propiedades minerales y medicinales y a parte de relajarte, ayudan a combatir problemas de salud. Es un lugar maravilloso para cuidarse, dejarse mimar y desconectar con el exterior.

¿Por qué ir a un spa?

Los spas tienen muchos beneficios físicos: ayudan a mitigar el cansancio, el insomnio, aceleran el metabolismo, mitigan el dolor muscular y de articulaciones, evitan la hipertensión, estimulan el sistema inmunológico, hidratan la piel, tiene efectos anti-inflamatorios… Además, también tienen beneficios psicológicos, porque incrementa la energía, reduce el estrés y combate la ansiedad. ¡Son todo ventajas! Y además, a nivel estético, mejora la apariencia de la piel, la hidrata y la nutre.

También, podrás combinar las terapias del spa con masajes de todo tipo. Puedes probar masajes corporales, faciales, aromaterapia, tratamientos para mejorar el aspecto de tu piel… ¿Cuándo nos vamos a un spa?

Diferencia entre spa y balneario

Tanto los spas como los balnearios, relajan tu cuerpo y tu mente, pero hay diferencias entre ambos, principalmente en el agua que utilizan. El spa utiliza agua potable y el balneario, tiene aguas procedentes de manantial propio con propiedades beneficiosas para la salud. Por lo que, un balneario, debe estar cerca de un lugar donde haya un caudal, manantial o aguas medicinales.

¿Qué tienes pensado hacer estas vacaciones? No estaría nada mal incluir una escapadita a un balneario o spa, ¿verdad? Entre hacer turismo, visitar ciudades que nunca antes habías visto, ir a la playa o pasear por la montaña, ¿por qué no incluir un circuito termal? Dedicarse tiempo a uno mismo es super necesario. ¡Nos vemos descansando en las aguas termales!