Son dos veces al año, las modificaciones de horarios que se llevan a cabo en España, para optimizar y aprovechar al máximo la luz solar y ahorrar energía. Y esto se cambia con el fin de adelantar o atrasar los relojes con el fin de adaptarlos al horario de verano o de invierno.

El cambio de hora se realizará este mes de marzo, en el que entrará en vigor el horario de verano 2023. Y en los que los relojes deberán adelantarse una hora, con lo cual a las 02:00 horas de la madrugada serán las 03:00 horas. Por lo que, tal como manda la tradición, esa noche dormiremos una hora menos.

¿Pero cuál es el día exacto en el que se cambia la hora en marzo?

El Boletín Oficial del Estado publicado con fecha 15 de marzo de 2022 los próximos cambios estacionales se seguirán produciendo durante los años venideros. De esta manera, desde el año pasado ya conocemos cuándo serán los cambios de horas del 2023. En el que el mes de marzo dará paso al horario de verano. 

Y se realizará en la madrugada del sábado al domingo del próximo 26 de marzo de 2023 cuando a las 02:00 horas serán las 03:00, dormiremos una hora menos. 

¿Notaremos algún efecto de inmediato con el cambio de hora?

Claro, lo que se consigue con el cambio es que anochezca más tarde, de esta forma podremos disfrutar de más horas de luz natural. Amanecerá y anochecerá una hora después.

¿Entonces, atrasamos o adelantamos el reloj?

Este será el primer cambio de hora que haremos del año, y lo que haremos será adelantar las agujas del reloj una hora. Así el día pasa de tener a 24 horas a tener 23.

Este nuevo horario estará vigente hasta el próximo mes de octubre. Concretamente, hasta el último fin de semana de ese mes en el que cambiaremos nuevamente la hora, atrasando las agujas del reloj una hora.

¿Qué efectos tiene el cambio en la salud?

El cambio de horario puede provocar en algunas personas desadaptación e incluso síntomas similares al del jet lag, como fatiga y cansancio e incluso somnolencia durante el día. Hay también personas que experimentan falta de concentración, hambre a horas intempestivas o falta de apetito. 

De hecho, hay recientes estudios en los que aseguran que no solo las personas notamos el cambio de hora, sino también los animales, sobre todo los animales de granja.